Expenews

Con un poco de demora empezamos a desatrasarlos un poco de la expedición, después de permanecer unos días en ibarra, en casa de uno de los moteros mas reconocidos en todo sur américa, Pirata Juanfer Mosquera, partimos hacia Quito, en el camino y por recomendaciones del mismo Pirata visitamos la verdadera mitad del mundo ubicada en cayambe, después continuamos nuestra ruta hasta yaruqui donde permanecimos un par de días en la finca de unos hare krishna aprendiendo un poco de su religión, cultura y comida (la cual nos causo un daño de estomago) después de dos días partimos a quito, en donde nos instalamos en la casa de otro motero que nos brindo hospedaje por un par de días, durante esos días estuvimos visitando el centro histórico, y aprovechamos para buscar mas material para hacer manillas y vender en el camino, lamentablemente no encontramos lo que buscábamos, y lo que había era costoso, por lo cual optamos mejor mandarlo a traer de Colombia.

En los días siguientes intentamos vender manillas en diferentes parques pero el ambiente en Quito no se presto para eso, o no tuvimos la fortuna de tener buenas ventas, así que pocos días después decidimos partir mejor hacia la playa, salimos con destino final a Pedernales, pero hicimos una parada en Mindo, donde acampamos en la finca de Un colombiano que nos cobro 3 dolares la noche, en un sitio muy bonito y acogedor, al día siguiente salimos a Pedernales, y siendo las 2 de la tarde y faltando unas 2 horas mas para llegar a nuestro destino final nos encontramos con una persona que estaba Varada en el camino así que decidimos parar a ayudarle, llevaba parado ahi 3 horas sin que nadie se acercara a ayudarle, bajamos su llanta, la parchamos, pero cuando la pusimos nuevamente no inflo, en realidad como pueden ver en la foto la llanta estaba muy deteriorada al igual que el neumático, así que mejor lo llevamos al pueblo mas cercano a unos 10 kilómetros de donde estábamos para que cambiara el neumático. después nos quiso pagar, pero no aceptamos, y el muy amablemente y como ya estaba un poco tarde para llegar a esa hora a pedernales nos invito a su casa que estaba a unos 30 kilómetros, para que pudiéramos descansar esa noche, estando allí nos ofreció un delicioso sancocho de Gallina, así es mando a matar una gallina para nosotros, este buen señor resulto ser Colombiano.

Al día siguiente nos organizamos, y salimos para pedernales, ya queríamos llegar al mar y viví ya lo quería conocer.